Escribiré
en español al menos hoy para poder expresarme mejor.
Al leer
los posts de Alejandro sobre los Reyes Magos y los Hopi, me ha hecho pensar y
reflexionar. Todo el mundo o casi todo se acuerda del momento en que descubrió
que no existen los Reyes Magos, un duro momento.
Yo
recuerdo el momento y la situación, de hecho recuerdo hasta que chico me lo
contó y cómo lo hizo. Supongo que fue un momento importante para mi por eso
recuerdo tantos detalles. Al principio cuando el chico me lo contó no quise creérmelo
o no pude, supongo que no estaba preparada mentalmente pero me quedó la duda.
Un día cuando se acercaba la navidad, decidí mirar en el armario de mis padres
y ahí es cuando descubrí la verdad, la triste verdad.
La
creencia en los Reyes Magos es una bonita experiencia pero a la vez un tanto
rara. Sería extraño que algún niño pequeño no creyera en los Reyes Magos, pero
también sería extraño que un niño ya de edad avanzada si que creyera. Por tanto
es una bonita experiencia mientras dura, pero al perder la ilusión ya se vive
la Navidad de otra manera. Me viene a la cabeza relacionar este momento con el
vídeo que hemos visto hoy en clase sobre George y su “crisis de identidad”. En
el vídeo, el momento clave para futuros cambios es cuando George se da cuenta
que ha fracasado en su vida por lo que tiene que realizar cambios y tomar decisiones
totalmente opuestas. En el caso de los Reyes Magos, el momento clave es cuando descubrimos
que los Reyes son los padres; ese descubrimiento marcará un antes y un después en
nuestro desarrollo y madurez. A partir de estos momentos se producirán cambios,
puede que a mejor o puede que a peor.
Cuando mantenemos
nuestra creencia en los Reyes Magos nos encontramos según los niveles de Piaget
en el estadio preoperacional donde somos incapaces de aceptar distintos puntos de
vista, somos egocéntricos y pensamos que solo nuestra visión es la correcta. Si
a un niño le contaran que los Reyes son los padres pero él no se lo creyera y
dijera que no es posible ya que ellos son los que traen los regalos, se encontraría
dentro de este estadio, negándose a adquirir otro punto de vista distinto al
suyo. Una vez que el niño adquiere madurez necesaria y acepta la realidad, se
encontraría dentro del estadio de las operaciones concretas donde su pensamiento
es más lógico y racional.
Por último,
no sé si tiene mucha relación, pero me viene a la cabeza también el mito de la
caverna de Platón. Veo la similitud entre los prisioneros atados detrás de la
pared en la caverna viendo solo sombras aceptando eso como la realidad; con los
niños cegados por la ilusión creyendo en
los Reyes Magos. Cuando uno de los prisioneros es liberado y sale a la luz del
día, descubre la realidad; lo mismo que el niño que descubre a los padres. Este
prisionero vuelve a la caverna a contárselo a los demás pero éstos no le creen
hasta que no lo ven con sus propios ojos. Lo mismo pasa con el niño que le
cuenta a los demás el tema de los Reyes, muchos no le creen hasta que no lo
comprueban ellos mismos; más concretamente como fue mi caso.
No sé
si realmente las conexiones y relaciones que he hecho son correctas…
Un
saludo, Eva Sánchez
Hola Eva
ReplyDeleteGracias por compartir la experiencia. Hoy hablaba con mi hermana en relación a mi sobrino Diego, que debe encontrarse a punto de averiguarlo, o fingiendo que no lo sabe, o negándose a aceptarlo, o vete a saber. Imagino que no ayuda el poder hablar de estas cosas abiertamente, es una tarea individual de la que muchos adultos no se enteran. Tal vez tampoco quieran enterarse. Tal vez se enteran mientras se mantienen a cierta (respetuosa) distancia. De nuevo, un momento de cambio interesante. Y ah... a otro nivel, interesante tu conexión con Platón, interesante y apropiada ;)
Un saludo
Alejandro